martes, 7 de abril de 2009

Las "sisters" del Villa María se van con pena de Chile

Las Ultimas Noticias 3 de abril de 2009


“A las ocho y media de la mañana, las sisters nos dijeron que se iban y todas estamos muy tristes”, murmura Isidora López, alumna de tercero medio del Villa María Academy. El renombrado colegio, arraigado en avenida Presidente Errázuriz, en Las Condes, le pertenece a la Congregación de las Hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María, de origen estadounidense.


Isidora es una de las mil 601 alumnas del colegio que se enteraron sorpresivamente de que las monjas deben regresar a Estados Unidos porque, simplemente, están envejeciendo en todos los países en donde están repartidas y escasean las mujeres que quieren ingresar a la congregación.
“El sello del Villa María es difícil de definir. El colegio, por mucho que esté en el ABC1, es cero burbuja. Nosotras estamos para todos y con todos. Las sisters hacen clases de religión y ahora quedarán sólo tres religiosas hasta el 2011”, cuenta Isidora.

La superiora regional de la congregación, Teresa Catherine, enviada desde Estados Unidos, les dio la noticia a padres y a apoderados del colegio la noche del miércoles, en una reunión con asistencia obligatoria. Nadie sospechaba que las monjas, que llevan 69 años en Chile, tienen que irse.

“Hoy en día son pocas las jóvenes que entran a la vida religiosa y las que están van envejeciendo y muriendo. Es lógico que no podemos seguir haciendo hoy, cuando entran cuatro postulantes al año, lo que hicimos cuando entré yo, con 108 compañeras”, dijo ella en su discurso.
Aún no está claro en qué manos quedará el colegio. Padres y apoderados podrían crear una corporación que lo administre.

María Luisa Gárate es la presidenta de las ex alumnas y cuenta que “las sisters están muy apenadas de dejarnos, pero ellas saben que estamos bien paradas y no vamos a defraudarlas”.
“Monjas vanguardistas”
María José Prieto era revoltosa en sus años de alumna del Villa María. La actriz egresó del colegio en 1994.

“El Villa María tiene algo, no sé qué, porque crea un liderazgo en las mujeres, que se refleja en sus trabajos. Las monjas tienen ese lado vanguardista y no es un colegio opresor en cuanto a la religión”, cuenta.

Para ella es esencial en este momento el compromiso de las que estudiaron en él. “Es importante que las ex alumnas se pongan los pantalones y que entre todos hagan una directiva o una cabeza que sea acorde con los principios o el tema social. Hay que ser bien cuidadosos con el tema de quién asume”, asegura.
Admite que siente tristeza, porque “las sisters nos enseñaron la ayuda a los más necesitados y las recuerdo bien power y lúdicas”.
Hoy las alumnas, profesoras y apoderadas vestirán de rosa, color oficial del colegio.

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