martes, 7 de abril de 2009

Ex alumnas del Villa María pedirán contar con supervisión de las sisters

El Mercurio 5 de abril de 2009.

Insistirán en que la congregación mantenga la tutela del establecimiento, y hablan de crear un directorio que se preocupe de conservar el sello del colegio.

No va a ser fácil que las hermanas del Colegio Villa María Academy se retiren definitivamente del establecimiento, como lo anunciaron a mediados de esta semana.

Un grupo de ex alumnas ya está planeando la fórmula para seguir en contacto con la Congregación de las Siervas del Inmaculado Corazón de María. De esta forma, lograrían no desvincularse completamente de las sisters que fundaron el colegio hace 69 años y que tienen pensado dejar definitivamente el establecimiento en 2011.

La propuesta que ha circulado entre las ex alumnas durante los últimos días es que cada generación de egresadas elabore una carta destinada a la superiora de la congregación en Estados Unidos, para pedirle que continúe ligada al colegio aun cuando no cuenten con la presencia directa de monjas en el establecimiento.

Además, se está evaluando crear una especie de directorio que asegure la continuidad del sello de las hermanas en la formación de las alumnas y, paralelamente, se les solicitaría a las religiosas la supervisión del proyecto educativo. Según la decana de Educación de la U. Finis Terrae y ex alumna, Luz María Budge, ha tomado fuerza la idea de "pedirles a las monjas que desde Estados Unidos mantengan la tutela, con visitas anuales, semestrales, y con un reporte del colegio de manera de que nunca pierda la línea en las decisiones importantes".

Frente a esta iniciativa, la directora del plantel, Catherine Ward, se mostró cautelosa. "No queremos decir nada todavía. Estamos formando un grupo para tomar un plan bien hecho para el colegio", dijo ayer, luego de una misa a los pies de la Virgen del Cerro San Cristóbal, convocada por el colegio para celebrar Semana Santa.

A la actividad -que comenzó con una caminata desde los faldeos del cerro- asistieron cerca de dos mil alumnas, profesoras, ex alumnas y apoderados. La mayoría con prendas rosadas, color distintivo del colegio. Allí, la comunidad les dio muestras de apoyo a las sisters, que el capellán del establecimiento, padre Felipe Berríos, sintetizó al comenzar la misa. "Esta marea rosada que hay acá es la respuesta al cariño y la lealtad a ustedes".

Rostros conocidos también participaron en la actividad y presagiaron que los últimos acontecimientos no afectarán el espíritu del colegio. El periodista y apoderado Matías del Río opinó que "va a ser para mejor, porque los padres e hijos se van a involucrar más", añadiendo que cree que las religiosas seguirán vinculadas al colegio.

Un sentir parecido experimentó la periodista y ex alumna Macarena Pizarro, quien admitió que "no pierdo la fe de que nos van estar visitando en forma constante y van a mantener el vínculo con el colegio".

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